Newsletter Nº15 – MARZO 2024

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Newsletter Nº15 – MARZO 2024

Comenzaré diciendo que hace mucho tiempo creía que había que luchar, batallar o sufrir para conseguir o lograr lo que quisiera. Que debía ser una guerrera en la vida para conquistar metas y objetivos. Afortunadamente, me di cuenta de que no es así. Si creo que tengo que luchar o batallar, ¿pues qué creen? Luchas y batallas se presentarán. Asimismo, si creo que vivir es fácil y agradable, así será también. Depende de mí.

He vivido casi medio siglo, he tenido toda clase de experiencias, como cada ser humano de este planeta. He estado al límite de la tristeza, la desesperación y la angustia. He tenido todo y nada, me he sentido en la más oscura y profunda soledad, he coqueteado con la muerte un par de veces, pero elegí VIVIR. Tomé el aprendizaje de cada una de aquellas experiencias para crecer, enriquecerme, evolucionar, fortalecerme y expandirme. Todo me aportó sabiduría.

El mensaje que quiero dejar no es esperanzador, sino de certeza. LA VIDA LA TENGO PARA SER VIVIDA, no desde la esperanza de que sea feliz, sino desde la «elección» de que así ES. El secreto es vivir desde la premisa de que la vida es maravillosa y extraordinaria y que la única persona que puede cambiar cualquier situación o circunstancia, aparentemente negativa, soy yo. EL MOMENTO PERFECTO ES HOY, SIEMPRE ES HOY, ES AQUÍ Y ES AHORA. Aunque esté a medio camino, aunque el miedo me toque la espalda, aunque no esté segura del todo, aunque me sienta temerosa. Soy yo quien decide, elige y hace, aún sabiendo que me puedo equivocar.

Una de las cosas más importantes que he aprendido es que, aun con miedo, ELIJO VIVIR igual, sin llenar la vida con parches para tapar vacíos, insatisfacciones y miedos. ELIJO VIVIR, aunque me tope con la adversidad. Y si tropiezo, me saldrá un chichón; si me caigo, me vuelvo a levantar; si fracaso, lo vuelvo a intentar. Todo esto ya me ha sucedido antes, y aquí estoy, siendo una mujer más enriquecida, más fuerte, más segura y más capaz.

Ya lo dijo Nietzsche, «uno tiene que morir varias veces mientras sigue vivo». No vivo por defecto o en tiempo de descuento, ni asumiendo que el pasado es una condena irrevocable. VIVO Y HONRO esta vida que aún tengo. Siento la vida latiendo en mí con intensidad y con la certeza de haber capitalizado las vivencias. La edad y el camino recorrido me dan ventajas que un novato no tiene: la experiencia, esa que permite crear sabiduría y belleza en uno.

He aprendido a dejar ir y a soltar, porque los apegos atormentan y solo destruyen y obstruyen. Y cuando el corazón NO está obstruido, el resultado es el AMOR. He aprendido que la vida es mejor compartida, porque compartida es más sabrosa y divertida. Ya no quiero que me calienten el cuerpo; quiero compartir mi fuego, mi luz y mi regocijo. He conseguido comprender que EL ÉXITO Y LA FELICIDAD NO DEPENDEN DE NADA NI DE NADIE MÁS QUE DE MÍ. He comprendido que el éxito y la felicidad se obtienen en un 90% con paz mental, calma en el alma y alegría en el corazón.

Nuestra vida es nuestra responsabilidad. No es sano dejar la vida y la felicidad en manos de otros o de las circunstancias; eso es inmaduro y desafortunado. Y menos sano aún es mirar el mundo desde el lugar de víctima, porque quien se cree víctima está siendo cómplice de su propio engaño, de su propia mentira. Y así retroalimenta ese círculo vicioso que lo mantiene siempre en el mismo lugar.

«Quien quiera ser constante en la felicidad debe cambiar con frecuencia», citó Confucio. Nada más cierto. Lo único constante en la vida es el cambio, y como resultado, la transformación. No importa lo que pase a lo largo de nuestra existencia; cuando superamos el dolor, hay fuerza, hay vida.

Creo en finales felices, pero más aún creo en inicios felices, sin influencias del pasado, sin juicios ni prejuicios. Cada vez que un episodio nuevo comienza con un SÍ, quiero. Sí, puedo. Sí, lo hago. SÍ, aun con dudas. SÍ, aun con miedo. SÍ. SÍ. SÍ.

Quedarse esperando el momento perfecto es como una adicción, la única prisión que conozco con cerraduras por dentro. VIVIR plenamente ES UNA DECISIÓN, ES UN ACTO DE RESPONSABILIDAD, COMPROMISO Y CORAJE con uno mismo.

 

Isabel Salvagiotti – Psicóloga

By |2024-08-08T09:04:19+00:00marzo 8th, 2024|Newsletter|0 Comments

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